Los niños de la calle en Colombia crecen en un 
                        atmosfera de violencia y criminalidad. La calle es le 
                        lugar donde ellos viven, trabajan, ganan dinero, duermen, 
                        desarrollan su sexualidad y hacen sus necesidades. Constantemente 
                        se mueven en la frontera entre la vida y la muerte.
                      Para poder sobrevivir necesitan creatividad, audacia, 
                        suerte e inteligencia. Nadie permanece mucho tiempo solo. 
                        Ellos se agrupan en bandas, con ello se sujetan a un estricto 
                        código moral: la solidaridad es lo más importante.
                      
                      Muchos niños sufren desnutrición, tienen 
                        deficiencias en el desarrollo, problemas síquicos. 
                        Para calmar el miedo y el frio consumen drogas: Basuco 
                        (un producto intermedio de la producción de la 
                        cocaína) o marihuana. La mayoria huelen sacol o 
                        gasolina.
                      Para poder conseguir la droga no tienen problema en trabajar 
                        y hacer esfuerzos. Ellos recolecta basura y la venden, 
                        mendigan, roban, y lavan carros, cantan en los buses, 
                        limpian zapatos, lavan herramientas, transportan cargas, 
                        cortan el cesped, se prostituyen o ellos mismo hacen negocios 
                        con drogas.