Es de admitir que en comparación a los países 
                        en vía de desarrollo a los niños pobres 
                        en Alemania les va bien.
                        
                        Pero también en un Estado de bienestar la pobreza 
                        es amarga. Los niños sufren por las consecuencias 
                        del desempleo y el desenso social de sus padres. El desarrollo 
                        espiritual, social y de la saludo de los niños 
                        pobres esta en peligro. La pobreza les roba la niñez.
                      Para los niños en Alemania es la descomposición 
                        familiar la razón principal para ir a la calle. 
                        A esto se le suma la pérdida de perspectivas, el 
                        alcoholismo, el maltrato y la violencia. Como razón 
                        para huir de la casa la mayoría de los niños 
                        hablan del comportamiento autoritario de sus padres.
                      En Alemania hay aproximadamente 2000 niños de 
                        la calle -realmente son más jóvenes que 
                        niños-. Entre ellos hay un buen número de 
                        extranjeros marroqués, turcos y polacos.